Cuando decidí compartir mi proceso, en específico el mental al momento de echar a correr la marca Burbuja local, tenía una idea de que haría pausas para escribir porque prefiero que sean palabras genuinas, que sienta al momento.
Escribí por unas semanas como se debe, pero llegó el esperado bloqueo y el despego por el que suelo pasar cuando me siento abrumada. Muchos lo entienden a pesar de que manejen el estrés o la ansiedad de otras formas. Pues, durante más de un mes me sentí bien consumida en mi mente y hasta reduje las horas que le dedico a la tienda, hasta que me centré y recordé por qué empecé esto.
He hablado de la salud de mami y cómo tuve que buscar opciones para ayudar económicamente en lo que logra que aprueben una ayuda por incapacidad. Ese proceso por sí solo puede drenar, porque es ver cuán difícil se le ha hecho a ella demostrar que realmente sus habilidades y capacidades se han visto afectadas, porque hay cosas que solo las conoce el que “menea la olla” y no son evidentes a la mirada.
Money, money, money
La otra parte es la complicación económica, pero de eso ya he sabido. Necesitaba buscar una ventana, abrir otra puerta para generar ingresos y poder asumir las responsabilidades para que no se nos hunda el barco. Ambas cosas, más las otras responsabilidades, me abrumaron y dejé de escribir. Así, como mismo dejé de ser la “yo” que hay que ser para sacar este proyecto adelante. Lo mejor que pude hacer fue tomar la pausa, sabiendo eso, que era una pausa para recobrar energías y dedicarle a lo que me anima a salir adelante.
No me he recogido del todo, pero voy encaminada a continuar con mis lecturas, ver los documentales o series que me gustan, comer, tomar agua y lo que necesito para crear balance y buscar nuevos artistas que se quieran unir a la marca de ropa. Así que como todo camino, hay obstáculos, hay desviaciones y hay que seguir.
Recuerda que nos quejamos, pero no nos quitamos. Busca lo que te llena, recuerda por qué tomaste tu camino y “seguimos”.
Si te interesa el tema, te invito a escuchar el episodio #10 (el número de papi en baloncesto <3) de La Mesa El Podcast.
